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Thursday, November 19, 2015

Cristo puede salvarnos.

Espero que todo esté más que súper bien a pesar de las malas noticias en el mundo. Me acuerdo que hace unos días atrás, supongo que el mismo día que pasó, nos pusimos a hablar con unas hermanas ex misioneras que estaban buscando la entrada del templo porque uno de sus amigos se iba a sellar, y nos dice al final de la conversación, "por favor oren por París, París está pasando un mal momento" y en ese instante no entendimos y ellas no  quisieron dar detalles, pero a las horas, la bandera en la Manzana del Templo estaba a media asta, empezamos a preguntar a las misioneras y dos de ellas nos dieron la información del atentado, ¡súper triste!. Al frente de las oficinas de la Iglesia hay dos mástiles y pusieron en los dos la bandera de Francia.
Realmente es muy triste, es terrible, el mundo está enfriando su corazón tal como las escrituras dicen que pasará, pero Dios nos cuidará. Cuidará a los justos si son diligentes en guardar los mandamientos de Dios.
“No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.“En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros… para que donde yo estoy, vosotros también estéis.“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo” (Juan 14:1–3, 27). 
 Y quiero compartirles un fragmento de un discurso, que personalmente me ayuda a entender y a fortalecer en este momento tan difícil que estamos viviendo en la tierra. 

"Aunque vivimos en un mundo malvado, podemos vivir de modo que seamos dignos de merecer el solícito amparo de nuestro Padre Celestial. Podemos ser como los justos que vivían entre las maldades de Sodoma y Gomorra. Abraham suplicó que esas ciudades fuesen perdonadas por amor a los justos. (Génesis 18:20–32).
Y, sobre todo, podemos cultivar dentro de nosotros el entendimiento y el deseo de proclamar al mundo la salvación del Señor Jesucristo. Mediante Su sacrificio expiatorio, tenemos la certeza de que la vida continúa más allá del velo de la muerte. Podemos enseñar el Evangelio que llevará a la exaltación a los obedientes.
Aun cuando se pelea una ruidosa guerra de muerte y las tinieblas y el odio reinan en el corazón de algunas personas, existe la inamovible, tranquilizadora, consoladora, de un amor de alcance infinito, la serena figura del Hijo de Dios, el Redentor del mundo. Podemos proclamar con Pablo: “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, “ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 8:38–39).  (Presidente Gordon B. Hinckley)
Esta semana empezamos un nuevo traslado con hermana Saavedra, y estamos viendo muchos milagros, la manzana está súper lenta y desolada, hay más hojas en el suelo que en los árboles, la lluvia se convierte en nieve o agua nieve a veces y disfrutamos sentir el aire frío mientras invade todo nuestro ser, y con un buen abrigo, una bufanda y la placa en nuestro corazón, salimos a la manzana para encontrarnos que nadie está ahí, solo trabajadores poniendo las últimas decoraciones navideñas, entonces caminamos hasta los centros de visitantes o los edificios y hay personas con las cuales podemos hablar. Estamos preparándonos para "día de acción de gracias", que va a ser el jueves que viene. Vamos a comer en la casa de algún miembro y después a la noche van a encender las luces navideñas. La manzana va a estar llena de gente! Todos disfrutando de ese hermoso escenario y recordando que es lo que realmente conmemoramos, el nacimiento de un Salvador y Redentor, el príncipe de paz, sí, Jesucristo.




Ultima cena con Sister Dean antes de partir a su misión en Washington.




Despedida
Esta semana aprendí muchas lecciones que cambiarán mi forma de ser en algunos sentidos, para bien, claro.
Solo voy a contar esta experiencia: toma lugar en el tabernáculo, unos días atrás, la manzana estaba gris, lluviosa y fría, literalmente, creo que habían solo tres personas caminando, que eran miembros y ya habían hablado con un montón de hermanas. Todos ya habían entrado al tabernáculo y ya habíamos intentado hablar con ellos, de una manera rápida nos despidieron (es entendible, nadie quiere hablar con 100 misioneros cuando estás 'solo visitando' el lugar donde prácticamente te criaste toda tu vida).  Pasaron 20 minutos, nadie entró al tabernáculo, 10 minutos más, una chica y un chico de aproximadamente 27-29 años entraron,  los dos tenían cara de "no me hablen" LITERAL. Me acuerdo que los salude y les di la bienvenida y medio cortante dijeron "gracias, podemos solo mirar?" Y fue como...(Cara neutra) "si claro, cualquier cosa nos avisan" en mi mente pensaba, "esto es una perdida de tiempo total" los dos jóvenes dieron una mirada al tabernáculo y se dirigieron a la puerta, yo los estaba observando, no sé por qué, sólo sentí que tenía que intentarlo una vez más. Realmente no me acuerdo que pregunté, pero mi pregunta nos llevó a una conversación de 15 minutos. Los dos son de Europa, ella es de Francia y él es de Rusia, vinieron a Utah por una conferencia, ese era el primer edificio que visitaban y la primera misionera con la que hablaban era yo. Tenían preguntas acerca de la Iglesia, ya que era la primera vez que sabían de ésta. Compartimos el libro de Mormón y un simple mensaje de la Restauración de Evangelio, compartí brevemente como yo logré un testimonio, el chico me escuchaba con mucha atención, algo en su semblante comenzó a cambiar, de pronto sus ojos se pusieron muy brillantes, casi a punto de llorar, les pregunté si alguna vez habían tenido la respuesta de que lo que "creían" (lo pongo en comillas porque viven su religión muy vagamente) es verdadero. "Justamente no, dijo él, nunca y me gustaría tenerlo" la conversación terminó y observé a los dos caminando fuera del tabernáculo con un libro de Mormón en la mano cada uno y con la semilla plantada en sus corazones. Ellos no quisieron ponerse en contacto con nosotras, y antes solía decepcionarme cuando eso pasaba, pero ese día mi corazón se lleno de alegría y gratitud. Fue un poderoso momento en donde ellos sintieron el Espíritu, él más que nada, y esta experiencia ratifica mucho más que tenemos que seguir las impresiones del Espíritu y hablar con aquellos que el Espíritu nos indique, porque todos tienen preguntas y el Evangelio de Jesucristo tiene las respuestas. El Espíritu llenó mi corazón ese día, me sentí realmente un instrumento en las manos del Señor, y viendo que toda la conversación fue en inglés, miro atrás y me doy cuenta, cuanto he progresado, cuantas horas de estudio y trabajo arduo y que todo el sacrificio valió la pena. 
Con Azul



Bueno hay un montón de experiencias más, llenas de milagros y bendiciones, las contaré en otro momento. Cada día mi testimonio se confirma de que ésta es la obra de Dios y no la mía. 


Las Argentinas. Combinamos colores por casualidad.

Mi madre y mi nueva hermana. ¡Toda la familia unida!




Este cuadro se llama '"El salvador" de Kelly Lane Pugh 
y es interesante y quiero compartirlo porque sublime, identifica nuestra vida y mi misión particularmente.
Como Pedro, nosotros tenemos momentos cuando nos sentimos firmes y constantes en nuestros testimonios, completamente enfocados en Cristo. Sin embargo, las distracciones del mundo y las tormentas y problemas en nuestra vida pueden tentarnos a dudar si no estamos constantemente enfocados en Él. No importa cuan fuerte sea la tempestad, o huracanados los vientos en nuestras vidas. Cristo viene a rescatarnos si nosotros fijamos nuestros ojos en Él  y pedimos por su ayuda. Él es Nuestro Redentor y va a Salvarnos. 

Espero que tengan una linda semana y que continuemos mirando fijo al Salvador. Y que a pesar de los momentos difíciles que nos tocan vivir en la tierra, y en nuestras vidas personales, elevemos una oración constante y sincera, confiando en Nuestro Salvador y Redentor de toda la humanidad, con la convicción de que nos ama, con un amor perfecto y está dispuesto a bendecirnos, socorrernos y ayudarnos mediante su expiación.  


Tengan una hermosa semana
Los amo mucho!!!
Sister Cardús 

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